domingo, 28 de diciembre de 2008

ARQUEOLOGÍA DE LA GUERRA CIVIL.

Hoy aparece en el periódico el Día de Córdoba una excelente noticia: la recuperación del refugio antiaéreo de Villanueva. En muchas ocasiones he comentado con amigos la importancia que tienen estos restos, sobre los que hay mucha menos información escrita de la que puede suponerse, especialmente en aquellos realizados en la zona republicana, donde muchos archivos y documentos han desaparecido. Por consiguiente, sólo queda la Arqueología para documentar, estudiar y contextualizar este otro tipo de monumentos, echados en el olvido con demasiada frecuencia. 
La Arqueología de la Guerra Civil puede ser una novedad en Córdoba, pero lo cierto es que en otros lugares de España es una parte consagrada dentro de las actividades arqueológicas. Aún recuerdo que, una de mis primeras prácticas como alumno de arqueología de la Univ. Autónoma de Madrid fue, precisamente, la excavación de unas trincheras en la Ciudad Universitaria. Y eso sin entrar en la intensa labor de recuperación de fosas comunes de fusilados que se está haciendo desde hace unos años. 
Y resulta extraño que, en un lugar como Córdoba donde hay tantos restos del frente, que permaneció relativamente inalterado durante toda la guerra y que dio lugar a la fortificación del mismo, no se haya acometido la necesaria labor de la catalogación hasta ahora. Aunque más vale tarde que nunca y hay que dar la enhorabuena a las administraciones implicadas en la recuperación de este interesante patrimonio, sean del color que sean, como en este caso. 
Me permito recomendar, a todos aquellos interesados, un hermoso paseo por nuestro patrimonio relacionado con la Guerra Civil, contextualizado en el bello paisaje de las Subbéticas. Se llega a la estación de Luque, donde se puede dejar el coche. Allí, nos adentramos en la Vía Verde del llamado Tren del Aceite. Tras andar unos minutos, podemos divisar perfectamente las casamatas de fusilería y los nidos de ametralladoras de hormigón hechas por el bando sublevado que protegían la estación, último nudo de comunicaciones controlado por los golpistas en el sur de Córdoba. Tras ver estas impresionantes estructuras, mal conservadas y muy deterioradas, pero todavía practicables, seguimos la Vía Verde y, en apenas 1 Km nos topamos con la Laguna del Conde o del Salobral, interesante reserva de patos y nudo de comunicaciones en época romana, donde se separaban las vías romanas que iban hacia Granada (una) o hacia Antequera (otra). Continuamos nuestro paseo, ahora un poco más largo, y llegamos a los pies de Cerro Almanzora, una gigantesca ciudad ibérica olvidada por todos, que tal vez pudo ser la antigua Sosontigi de las fuentes clásicas. Frente a este cerro, llegamos al río San Juan, y ya estamos en pleno frente. Si subiéramos a Cerro Almanzora encontraríamos las trincheras del ejército franquista, veríamos el río y sus profundos acantilados y, en frente, el hermoso pinar de El Retamar, que esconde una infinidad de trincheras del bando republicano. Si nos adentramos en este pinar podremos llegar, tras una escalada no apta para sedentarios urbanitas (aunque no difícil) en un paraje que, aunque repoblado en los años '50 del siglo XX, posee una belleza extraña y casi mágica, de antiguo bosque. Allí podremos ver la Cueva de la Reina, lugar de refugio de bandoleros del XIX y, tras un corto pero escarpado paseo, nos toparemos con las trincheras del ejército republicano, cuyo puesto de mando es una cueva excavada en la roca viva, que hoy sirve de refugio a excursionistas y curiosos. Finalizado el viaje, se vuelve sobre los pasos, buscando la reconstituyente comida de alguno de los innumerables restaurantes y mesones de los pueblos de las subbéticas... No conozco bien la zona norte, pero seguro que es posible recorrer, igualmente, nuestro pasado más reciente uniendo Arqueología, Ecología y, por qué no, Gastronomía... y de la buena, la de siempre. 

2 comentarios:

BARRIO DE SANTA MARINA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rafael Jiménez dijo...

Sin duda una buena noticia. Que cunda el ejemplo!