martes, 24 de marzo de 2009

LA CONJURA DE LOS NECIOS... O A VUELTAS CON EL PATRIMONIO CORDOBÉS.

Hoy hemos podido ver los frutos de lo que se viene sembrando en Córdoba desde hace décadas, independientemente del color político del consistorio. Hoy hemos podido ver en los principales periódicos de la ciudad (Córdoba, El Día y ABC) artículos que opinan sobre el descenso del turismo en la ciudad. Lo cierto es que no me ha sorprendido nada esto porque , en fin, en un contexto de crisis, es lógico que bajen los turistas. Lo que sí me ha sorprendido, y mucho, es el análisis que han hecho los medios. ¡Con lo fino que hilan para lo que quieren, y lo torpes que están para otras cosas! El problema no está en la caída de los visitantes. Eso puede ser coyuntural y, de hecho, la crisis del sector se tapa con esa patraña. Lo realmente grave es que, año tras año, estadística tras estadística, somos la ciudad y la provincia con menor permanencia de los turistas. ¡¡ Hasta Jaén nos gana !!, lo que habrá sentado como una patada en la entrepierna a las 7 de la mañana a todos esos cordobitas que se sienten superiores a nuestros vecinos orientales. 
Es una lástima que los medios hayan pasado por esto de puntillas, sin resaltarlo mucho. Y esa es, en definitiva la cuestión. A mí me duele ya la mano de escribir es este blog que nuestra industria turística es tercermundista, depredadora y sin proyección nacional e internacional, pues gira en torno a la Mezquita y a la conversión de la Judería en un repugnante parque temático, lleno de bares mediocres, restaurantes carísimos, tienduchas de recuerdos que invaden la calzada y veladores que impiden el tránsito, y todo a costa de los vecinos, que somos los que mantenemos el lugar. 
Estoy harto de plañideras empresariales que sólo saben pedir lo que no son capaces de ganar; estoy harto de emprendedores a costa del dinero público; estoy harto de técnicos que no lo son y cuyo único grado de planificación alcanza a saber si por la mañana van a desayunar tostada integral o normal; estoy harto de la falta de planes de actuación y de difusión; estoy harto de que nuestros políticos confundan la Córdoba Romana con el Califato Omeya; estoy harto de una Gerencia de Urbanismo que ha permitido la destrucción de los arrabales de la una de las ciudades medievales (islámica o no eso me da igual, aunque sé que a otros no) más grandes del mundo; estoy harto del silencio de la Universidad; estoy harto de que las instituciones miren para otro lado; estoy harto de que, ante la duda, se destruya por sistema; estoy harto de que no se recupere patrimonio; estoy harto de que Córdoba pierda dinero y empleo porque las prioridades son un aeropuerto mediocre más y un palacio de congresos megalómano sin salida en un mercado saturado de estos centros; estoy harto de castillos expoliados; de yacimientos reventados por los que buscan unas monedas; de restauraciones destructivas; de salvajes con pinta de arquitectos; de cables de alta tensión envolviendo las casas del siglo XVII; de trípticos turísticos con traducciones al inglés que son una burda imitación de cómo habla El Chiquito; de vigas mangadas y luego vendidas; de museos que se mueren porque no les dan dinero ni personal; de jóvenes muy preparados contratados como autónomos por las administraciones; de .... necios, sí, sobre todo estoy harto de necios conjurados para convertir Córdoba en un erial, en una ciudad más, anodina, mediocre, sin pasado, con un presente absurdo y sin proyectos de futuro, más allá del perol del próximo fin de semana o de las elecciones de dentro de cuatro años. 
Luego, aparecen estas noticias, salen cuatro dándose golpes de pecho y ya está... a seguir con la rutina. Ya habrá lugar, después de la Semana Santa, de volver a apretar el botón del pánico con las siguientes estadísticas. No nos damos cuenta de que estamos matando la gallina de los huevos de oro y, a cambio, nos conformamos con hacer un raquítico caldo de pollo con las sobras. No percibimos nuestra responsabilidad con nuestro patrimonio, pero tampoco lo hacemos con el de la provincia, que se resiente de nuestra incapacidad de retener turistas. Menos mal que en las Subbéticas ya van por su lado y no nos necesitan para nada. 
Para colmo, mi amiga Saqunda me ha regalado la guinda de este amargo pastel de hoy. Me ha mandado una noticia que podéis ver aquí donde un arquitecto habla del que es, tal vez, el mayor proyecto de salvamento arqueológico de España, la Vega Baja de Toledo, donde están sacando una ciudad de época visigoda de 80 hectáreas (¡¡¡¡¡sí, sí, 80!!!!!) de los que se va a conservar casi todo y donde más del 70% está ya declarado BIC, reordenando todo el urbanismo de la ciudad para crear un gran parque arqueológico. Aquí yo ya he perdido la cuenta de cuántas hectáreas nos hemos cepillado con la retroexcavadora. Menudo espejo de lo que Córdoba pudo ser y ya nunca será, gracias a es conjura silenciosa, conjura de necios encumbrados por la incultura. 

En fin, siempre nos quedará Toledo. 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tío, veo que sigue latente tu sustrato idealista, y te recomiendo que lo erradiques a menos que seas amante de los disgustos continuos, las decepciones aterradoras y el infarto (su concecuencia psicosomática). Useasé: empedernido masoquista.

¿Es que todavía no te has enterao de que esta es la ciudad de María Santísima de la Rosa Desvaída? ¿Que no sabes que los empresarios cordobeses "liberales" tienen derecho al mamoneo estatal/muncipal como cualquier otro ciudadano subvencionado? ¿Que más vale pasta gansa en bolsillo de politicastro de turno que patrimonios históricos?
La corrupción ha corrido libre por todas las venas de esta ciudad: la Universidad, los técnicos, los empresarios... todos chupando del mismo bote ¿quién se lo va a quitar?
Cuando sea tarde siempre tendrán a mano un recurso típicamente español: echarle la culpa a otros (la circunstancia, la crisis, la UE, la falta de fondos...jajaja!..)
No hay nada más que ver cual es el principal problema estos días: si habrá o no lazo blanco: !miseria de ciudad! (de dirigentes de ciudad claro, porque la gente afortunadamente está en otras cosas).
Viva Toledo!

Anónimo dijo...

Pues sí, anónimo, pero los disgustos es algo que algunos no podemos evitar... y mas cuando vemos iniciativas en ciudades como Toledo, que siempre que la he visitado la he visto incluso más casposa que Córdoba -que ya es difícil. Pero han sabido salir de la caspa, si no véase la página oficial del yacimiento de la Vega Baja, además del Consorcio de Toledo, el cual ha puesto en valor buena parte de su patrimonio y financia las intervenciones arqueológicas de particulares en la ciudad:

http://www.toletumvisigodo.eu/
http://www.consorciotoledo.com/

Imaginaros lo que se podría haber hecho en los arrabales de la maldita Ronda Oeste. Ayyyyyy!!!

Jerónimo Sánchez dijo...

Efectivamente, amigos, algunos no aprendemos y todavía nos sorprendemos de hasta qué punto esta ciudad está condenada a ser un páramo cultural, social y económico. O mucho cambian las cosas o esto no sólo no se arreglará, sino que irá a peor.
Y lo que más duele, lo que más me duele, es que hay otra forma de hacer las cosas, que nuestros políticos lo saben y que les da igual. ¿O alguien piensa que no se conocen estas iniciativas de otras ciudades patrimonio de la Humanidad? Pero no, aquí somos más modernos que nadie y, en lugar de aprovechar lo que tenemos, nos lo cargamos y hacemos lo que hace todo el mundo.
En lo que no estoy conforme con Anónimo es que la gente está en otras cosas. Tenemos los políticos que quiere la gente, ni más ni menos. Ellos son el producto destilado de nuestra ciudad. Así que, hasta que no cambien la gente, no cambiarán los políticos y, por descontado, no cambiará la ciudad... Y tenemos para rato.

Zahhak dijo...

Certera y razonable queja. Esa indignación es necesaria, más que nunca. Ahora bien, dudo, como dices, de que los políticos sean conscientes de lo que se hace en otras ciudades. Pienso que no saben ni dónde tienen la mano derecha, ni la izquierda, claro.

Alimoche dijo...

Enhorabuena por el blog, nos faltan voces independientes...

Espero que dure, a partir de ahora lo visitaré con frecuencia.

Jerónimo Sánchez dijo...

Gracias a los dos últimos comentarios. A ver si entre todos podemos crear una conciencia de respeto hacia el Patrimonio, que falta hace. Gracias otra vez.