Bueno, se acabó la peli de zombis. Ha tardado, pero por fin llegó. No voy a repetirme sobre lo que pienso de la gestión llevada a cabo por el Sr. Vallejo en uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Europa. El que quiera repasar lo más destacado puede leer
aquí,
aquí,
aquí o
aquí.
El cese del sempiterno director de Medina Azahara se produjo a principios de febrero, tras varios días donde los medios locales y regionales empezaron a soltar "avisos a navegantes". El relato de lo sucedido, con interesantísimas apreciaciones, lo tienen en las tres últimas entradas del magnífico blog de un experto en museos,
Juan Bautista Carpio, que dicho sea de paso, me ha ahorrado mucho trabajo a la hora de exponer parte de lo sucedido. De hecho, lo usaré de "muletilla", no para repetir lo que él ha dicho mucho mejor que yo, sino para contar alguna cosilla divertida, y explicar otras. Ya que, de repente, hasta los muertos vivientes se han puesto, con una fruición desconocida, a hablar, opinar y exigir todo tipo de cosas ... Pero empecemos por el principio, tratando lo que yo creo que son las ideas principales de este asunto, contando algunas cosas que, tal vez, no se sepan (o no se digan si se saben).
1. El Cese. Como se encarga de dejar bien clarito J.B. Carpio, los ceses de los PLD (puestos de libre designación) son discrecionales, y su puesto, como les gusta decir a la gente de la Junta, es de "martes a martes", vamos, entre sesiones de gobierno. Lo que pasa que algunos se creían que aquello era una especie de cortijo heredado, o algo así. Se ve que 28 añitos no han dado para desarrollar un proyecto ... qué cosas ...
2. Los Motivos del cese. Causas Desencadenantes. Pues no hay uno, hay cientos. Lo que trasciende es, lógicamente, lo menos importante. Pero desde hacía tiempo, bastante tiempo, por Sevilla era un clamor que Medina se les había ido de las manos. La bajada de las visitas es algo objetivo, y eso que incluso se tienen informes en Cultura de denuncias (más o menos veladas) sobre un intento de enmascarar la situación, tirando tacos enteros de entradas numeradas a la basura. ¿Verdad? pues no sé, pero es lo que se cuenta. Además, el choque con técnicos de la Consejería y con los directivos de la Empresa de Gestión de Programas Culturales eran constantes. Todavía se recuerda cómo el Sr. Vallejo se plantó en Sevilla y, a grito pelao, exigió el cierre de la cafetería y el despido de las más de veinte personas contratadas por la Empresa, ya que esas contrataciones no habían sido "supervisadas" por él mismo (ustedes ya me entienden). Eran otros tiempos, y el llamado "clan de Antequera" mandaba en la Consejería, con el Sr. Plata a la cabeza, especialista en darle a los amiguetes todo lo que pedían, llevando la situación de la Consejería a situaciones de constantes choques entre el "clan" y todos los demás. De ahí que, mientras el presupuesto de Cultura menguaba constantemente, en parte por la situación económica, y en parte por la política, los fondos para Medina y Antequera no dejaban de subir. Incluso en esa época siendo uno de los miembros del clan, Bartolomé Ruiz, un altísimo cargo en la Consejería, cambió la situación administrativa de Medina y Antequera, pasando a ser organismos autónomos de la máxima categoría, con sus puestos directivos dotados de un sueldo brutal. Las malas lenguas dicen que este cambio se debió a que el Sr. Ruiz, además de beneficiar a sus colegas (leáse Sr. Vallejo), se preparó bien la vuelta a su destino (el conjunto de los Dólmenes) cuando dejara de ser Secretario General de Políticas Culturales, algo que sucedió el pasado junio. Yo también quiero ponerme el sueldo que gano, la verdad.
Sin embargo, algo que en la Consejería no se perdona es un hecho que ha pasado un tanto desapercibido, pero que es de suma importancia: la publicación, por parte del Sr. Vallejo, de un libro
comercial sobre Medina Azahara, publicado por la editorial Almuzara, con fotos, datos e investigaciones pagadas y propiedad del Conjunto, y que no son propiedad intelectual de su persona. Este "libro definitivo" (jajajajaaaa, me troncho) sobre Medina es una de las mayores pruebas de la simbiosis que se quería evidenciar entre el Conjunto y su ya ex-director: aquello de "Medina soy yo" se quería dejar bien clarito. Y Medina, como el resto de instituciones culturales, son de los andaluces, no del Sr. Vallejo, ni de sus amigotes.
3. Los Motivos del cese. Causas Profundas. El intento de contrarrestar tanto personalismo es, también, un intento por encauzar todo lo demás: investigación, conservación y difusión. Empecemos por la investigación. Objetivamente, desde el punto de vista arqueológico y científico, Medina es irrelevante. A pesar de todas las tonterías que se llevan diciendo estos días (luego veremos esto), este yacimiento único, esta ciudad ex nouo hecha por y para los califas cordobeses, tiene un presencia en el mundo científico y un impacto académico menor aún. Para colmo, las publicaciones científicas de Medina, los
Cuadernos de Madinat al-zahra, tienen la misma categoría que las revistas de feria de los pueblos. Todas las inversiones que ha hecho la Junta en investigación, como las fotografías aéreas en infrarrojos, las excavaciones de la muralla sur, y un largo etc. no es que no hayan tenido impacto científico, es que están durmiendo el sueño de los justos. Los proyectos de investigación sustentados por la Junta para Medina, con el Instituto Arqueológico Alemán o con el CSIC, no han dado apenas resultados, y la bibliografía científica sobre el yacimiento, a nivel nacional e internacional, es para morirse de la risa después de 28 años. Además, tras todo ese tiempo, los fondos de Medina no han hecho más que crecer, los almacenes están a rebosar, y los estudios sobre dichas piezas brillan por su ausencia ... tal vez porque no sepan qué tienen y cómo sacarle partido sea el motivo que llevó a la dirección de Medina de llenar un centro de interpretación de un yacimiento con piezas de otros lugares y de otros museos.
La conservación... pufff ... ahí la cosa está negra, porque claro, con todas las inversiones que había que hacer en el centro de interpretación (nunca ha sido ni es un museo, esto ya lo he explicado), las partidas para esto eran mínimas, y el deterioro de algunas zonas, evidente. Ya lo he dicho millones de veces: con la inversión que se hizo en el no-museo se podía haber hecho un proyecto serio para cubrir amplias partes del sitio, y permitir así su mejor conservación, además de unas visitas algo menos tercermundistas que las que hay ahora, donde Medina apenas si es visitable cuatro o cinco meses al año. Cuando hace frío allí no hay quien pare; cuando hace calor, peor. Y los pavimientos, pinturas y muros sufren mucho los rigores del clima cordobés. Pero no, se optó por el no-museo de diseño. La depuradora en el estanque frente al "Salón Rico" y el hormigón usado, así como que la había liado parda con el pavimento de tan señalado lugar, pues tampoco ayudó, ciertamente.
En el fondo, el ya ex-director de Medina siempre consideró la difusión como algo bajuno, de segunda. Tan sólo cuando, hace unos años, le apretaron las tuercas, se sacó de la manga cuatro visitillas guiadas, algún teatrillo y poco más. Incluso intentó crear una Asociación de Amigos de Medina, a modo de demostración de su "compromiso social", pero aquello duró lo que un escupitajo en una plancha. Los pocos incautos que se arrimaron a aquello (todavía no entiendo bien por qué) salieron huyendo a las mínimas de cambio (como si no conocieran el paño). Pero las operaciones cosméticas sirven de poco, y Medina, cada día que pasaba, se parecía más a un bunker.
4. El nuevo nombramiento.
Los listillos de siempre empezaron pronto a hacer cábalas sobre el nombramiento a dedo del nuevo director. A mí me han preguntado varias veces sobre el asunto, y desde luego, pienso que, en la situación actual, sólo hay una persona capaz de afrontar el reto (por razones obvias no lo voy a decir) con garantías. Pero en contra del pronóstico de algunos (insisto) listillos, la Junta adoptó el concurso y la elección de un proyecto como medio de designación del nuevo director. Y ya es la segunda vez que este consejero hace eso, algo a lo que no estábamos acostumbrados, y que a lo mejor muchos no saben. El mismo proceso se ha hecho en Italica, con la elección para el cargo de una persona difícilmente superable en méritos y capacidad. Si el referente es ese, hay un hilo de luz esperanzadora para Medina. Desde luego, la otra parte de esta decisión no es menos chunga: ¿dónde colocar al Sr. Vallejo? a esta gente la jubilan dándole una patada en el culo hacia arriba, y eso es un marrón, que vamos a ver cómo lo torean.
Algo que tengo claro es que, elijan a quien elijan, los ex-privilegiados se lo querrán comer vivo, porque no hay nada tan maldito en Córdoba que romper con lo tradicional, con "lo de siempre" ... no lo digo yo, lo dijo Pío Baroja en su Feria de los Discretos.
En fin, "vedremo" ... que dicen en Italia ...
5. Las reacciones al cese y sus motivos.
De lo más divertido que he visto, leído y oído en meses han sido toda la sarta de tonterías y maldades que ha provocado el cese del Sr. Vallejo. De verdad, que no puedo con la vida. Para empezar, algunos de los medios cordobeses redactaban la noticia como una esquela: qué bueno era, qué bien lo hizo todo, que grandes premios, cuánta ciencia ... una esquela, y joder, no se había muerto, lo habían cesado nada más.
Luego vino la respuesta energuménica del Sr. Manzano (se puede escuchar el enlace en el blog de Juan B. Carpio) en la radio. Aquello era de astracanada de los hermanos Quintero: un montón de periodistas opinando de algo de lo que no tenían ni idea y, a ratos, el Sr. Manzano gritando como la niña del exorcista. Yo no salía de mi asombro. ¿Cómo todo un investigador del CSIC como Manzano se ponía así por el cese de un director de un conjunto? Pues la cosa sería inexplicable, si no tuviera una fácil explicación. Y es que el Sr. Manzano, lejos de defender Medina, lo que defendía era su proyecto de investigación vinculado a Medina, y a ciertas asignaciones presupuestarias. Vamos, que compuesto y sin novia. La iracunda respuesta también había que relacionarla con la situación interna del CSIC. Sin un duro por los recortes, la lucha por quedarse con algo de la escasa tarta de los fondos se parece bastante a los primeros 10 minutos de Salvar al Soldado Ryan. En este organismo de investigación se están fomentando las llamadas Líneas prioritarias de investigación, donde lo que importa es tener financiación externa y, entonces, el CSIC, como institución, se vuelca con esos proyectos (es más compleja la cosa, pero vamos, para entendernos). La financiación por la cara se acabó. Traducción: al Sr. Manzano se le acabó la línea de investigación y de financiación de su investigación con el rollete este del cambio de director. Así se entiende que se pusiera como se puso. Si le hubiera importando tanto la investigación y Medina, tal vez se habría planteado hacer otras cosas durante todos los años que ha estado con la sopa boba. Pero no, es más guay tener la exclusiva y verlas venir.
Una vez que el Sr. Manzano abrió fuego, la cosa se salió de madre. En apenas 24 horas ya había una web hecha que recababa apoyos contras la "agresión" a Medina. Sin duda, esta web, está hecha por gente cercana al ex-director y a todos aquellos que, sin su apoyo, pues pocos privilegios de meter la mano en Medina iban a tener. La agilidad fue pasmosa. Ya podrían haber empleado tantas ganas y tanto empuje para hacer alguna cosilla así de difusión, no sé, en Facebook, o un blog, o algo ...
Incluso un partido político "ecologista" sacó un "comunicado"donde expresaba su extrema preocupación por el asunto y por el futuro de Medina. Sin duda, deben de estar preocupados, aunque más por su credibilidad que por otra cosa, ya que empieza a ser tristemente frecuente cómo dentro de ese partido, de nueva creación, las cosas se mueven según los intereses particulares de los que parecen dirigirlo. Porque ya es casualidad que el coordinador del grupo de comunicación de dicho partido en Córdoba, el Sr. Ramón Fernández, sea un investigador contratado a cargo del proyecto ese que llevan a medias el Sr. Vallejo y el Sr. Manzano, y que tal vez, con los cambios, pueda ver peligrar su puesto de trabajo en Medina. Sólo así se entiende que un partido que supuestamente apuesta por la sostenibilidad acabe defendiendo las actuaciones en Medina, tan poco ligadas a la conservación y tan generosas con un edificio insostenible que gasta más de 20.000 € al mes de luz y climatización. Pero bueno, también defienden el C4, otra salvajada arquitectónica insostenible, porque entre sus dirigentes y simpatizantes hay amiguetes de los arquitectos que han hecho ambos edificios (este y el de Medina) y de los artistas "visuales" que aspiran a quedarse el C4 en usufructo. En fin, lo de siempre con otra careta. Seguro que pronto los vemos defendiendo el muy sostenible turismo aniquilador asociado a los Patios o la "intervención" de Cuenca arrasando los Sotos de la Albolafia ... al tiempo ...
Cartas en los periódicos, actos espontáneos, etc. completaban la foto de plañideras en el cortejo fúnebre de una Medina que no es nada sin su ya ex-director.
De repente, todo son plataformas, webs, apoyos, exigencias de protección ... al Sr. Vallejo. Y es que 28 años dan para mucho.
6. Conclusión. Una etapa de personalismos extremos acaba. No sería justo decir que todo ha sido negativo. La exposición de los Omeyas cordobeses y la ampliación de la zona BIC son dos muestras de trabajo bien hecho, no del Sr. Vallejo en solitario, sino de un equipo bajo su dirección. Luego la cosa, como he dicho antes, se fue de las manos, y eso sin mencionar todos los problemas laborales que han existido con el personal de Medina, que darían para otra entrada.
En cierto sentido, se acaba una época (o eso espero) donde la Arqueología es una excusa para medrar. Ya lo dije en otra entrada, a raíz del final del convenio del Ayuntamiento con Arqueocórdoba, donde del mismo modo, la Arqueología cordobesa se identificaba con un catedrático y su equipo de trabajo. Una época en que el Patrimonio ha sido casi aniquilado y los arqueólogos que dirigían el cotarro eran meras comparsas al servicio de unos arquitectos desarrollistas y mediocres, que sólo querían notoriedad para sus egos y pasta para sus bolsillos. Y de palmeros, todos esos cordobitas catetos que jamás comprendieron que lo moderno es ser auténtico, y defender esa autenticidad, no hacer lo que todos hacen. Aunque, dicho sea de paso, para que la cosa cambie de verdad habría que cambiar de sitio y responsabilidad al arqueólogo de Córdoba, el Sr. Juan Murillo, otro experto en reírle las gracias a los arquitectos locales y convertir nuestra ciudad en un páramo arqueológico.
Se acabó el califato del Sr. Vallejo ... con un poco de suerte, empezará Medina Azahara a brillar.