domingo, 11 de abril de 2010

PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO VS. CEMENTO: DE LO ÚNICO Y LO COMÚN.

Foto. Sánchez Moreno

Ayer, la Sra. Leña se despachó a gusto con los restos arqueológicos, catalogándolos de ESTORBO, con lo que se ganó en buena medida una reprimenda electrónica de muy aconsejable lectura. Hoy, vuelve a la carga, en EL TEMA DEL DÍA del periódico en el que escribe, apodado cariñosamente (y sin acritud alguna) Hojita Parroquial por algunos buenos amigos. Y como le he escrito un comentario breve a cosa de las 9 y son casi las 13:00 y todavía no aparece (a pesar de que han aumentado considerablemente el texto introducido), deduzco que, como casi siempre en este medio, lo han censurado, así que vuelvo a poner aquí más o menos lo que puse allí, eso sí, un tanto adornado, para vergüenza y escarnio de los censores, y para reflexión de todos nosotros.
Le venía a decir a la Sra. Leña que, tras cubrirse de gloria ayer, hoy volvía a la carga con el tema de los molestos restos arqueológicos, contraponiéndolos a la excelencia del progreso: el cemento. Que adornaba su exposición con una magnífica foto de Sánchez Moreno donde el espacio en el que irá el polémico, costoso y previsiblemente inútil edificio, tiene unos importantes restos arqueológicos que aparecen cubiertos de vegetación, en los únicos jardines que parecen ser capaces de crear nuestros gobernantes municipales. Que de eso ya hablé yo en su momento, hace mucho tiempo. Que algunos ciudadanos nos hemos organizado en una asociación para promover el conocimiento y defensa del patrimonio de Córdoba y que no estaría mal que algunos periodistas y políticos, adictos al desarrollismo tardofranquista, se llegaran por los actos convocados, a ver si tomaban algo de conciencia... y de paso aprendían algo sobre su ciudad y los tesoros que esconde. Y que, finalmente, cada día, esta ciudad me recordaba más a la parábola bíblica de las perlas y los cerdos (uso esto por aquello de equipararme en el lenguaje a la dicha Hojilla, a ver si así, hablando el mismo idioma, me entienden), tan gráficamente expresada en el Evangelio según San Mateo, 7, 6: si destruimos aquello que es único, y lo despreciamos, aquellos que lo desprecian se pueden volver, incluso en nuestra contra. Terminaba diciendo que tanto la ciudad de Córdoba como su turismo agradecerían enormemente un cambio en los presupuestos teóricos y prácticos de algunos pregoneros mediáticos.

Esta ciudad, tan paradójica, se está volviendo contra sí misma. Estamos destruyendo lo único, lo irremplazable, nuestro Patrimonio Arqueológico, Histórico y Artístico, a pasos agigantados; y estamos luchado, gastando ingentes cantidades de dinero en hacer lo que hay en todos lados, lo que es común, lo que no tiene valor en sí mismo (e incluso el poco que tenga lo perderá con el tiempo): monumentos a la vanidad de unos pocos inauguradores -susceptibles de ser fotografiados- hechos con cemento. Lo dicho, perlas de incalculable valor que han sido devoradas por la especulación más animal, mientras ciudadanos, "profesionales" de la arqueología, instituciones (léase la Universidad, por ejemplo) y las administraciones (que debían velar por su cuidado) no sólo aplaudían tan horrendo espectáculo, sino que lo amparaban, le daban curso legal y, ahora, se lamentan amargamente de no poder continuar haciendo lo que hacían antes de esta paralizante crisis.

Y todo esto, con la Capitalidad Cultura de Europa en juego de trasfondo. Enhorabuena, otro puntito más en la carrera por conseguir... el último puesto.

4 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

Es lo que hay Jerónimo, es lo que hay. Le decía a César en su blog hace un rato que es una sociedad alienada, sin ningún tipo de estimulo. Dirigida por los grandes centros de desinformación. Los valores los marcan desde un despacho la mayoría de las veces con fuertes intereses detrás, de todo tipo mayoritariamente económico pero no siempre necesariamente.

Un abrazo.

Jerónimo Sánchez dijo...

Pues es una pena.... entre pregoneros y verdugos así nos va. Pero que se sepa que para que algunos ganen una pasta especulando o llevándose contratos millonarios, y otros se lleven las migajas sin apenas currar, hay que machacar primero la riqueza que es de todos, nuestro Patrimonio, que por ley nos pertenece a todos, y que con inversiones públicas (dinero de todos) darían un montón de dinero público (dinero para todos). Pero claro, eso no se lleva ahora.

Alimoche dijo...

No es tan grave. La existencia de una blogosfera que deja la prensa de esta ciudad como un pliego de uso higiénico es muy buena señal. Llegará el día que se estudie este fenómeno como hecho historiable, y ciertamente estimulante.

Ánimo a todas las voces capaces!

Jerónimo Sánchez dijo...

Gracias por los ánimos, Alimoche... pero mientras llega ese ansiado momento en que la creación de opinión por parte de gente que no tiene ni idea de lo que dice sea parte de un estudio histórico, van soltando mierda y mentiras interesadas... y algo queda (vamos, de hecho queda bastante). Soy muy pesimista en este sentido.