viernes, 22 de febrero de 2008

DE EL GUIJO A TUSCULUM

















El otro día aparecía en el Diario Córdoba una noticia interesante. Se comentaba la "puesta en valor" de un yacimiento extraordinario y poco conocido: Majadaiglesia, en El Guijo. Como la cosa era interesante me puse a investigar y encontré un blog magnífico: Solienses. Allí se especificaba un poco más la cuestión. Estas informaciones se sumaron a otras que conocía ya y a alguna nueva que me facilitaron buenos amigos de la zona, entendidos en el asunto.
Todo parece girar en torno a la conversión del lugar en lo que se viene llamando un PARQUE ARQUEOLÓGICO. Potencialidad no le falta al lugar. Bajo el nombre de Majadaiglesia se encuentra la antigua ciudad romana de Solia, una de las escasísimas conocidas (que no existentes, ya que hay muchas más) en el norte de la provincia, gracias sobre todo a la Epigrafía -no hay mas que ver el Corpus Inscriptionum Latinarum, vol. II reeditado- y a que, ya en época tardorromana, mandaba asiduamente presbíteros y obispos a los concilios hispanos.
Sin embargo, la línea que separa la creación de un parque arqueológico y el uso de los restos arqueológicos como excusa para hacer otras cosas es muy, pero que muy delgada.
El mejor ejemplo europeo de recuperación de un yacimiento arqueológico de forma científica para futuros usos turísticos es la ciudad romana de Tusculum. Situada en el Lacio, a unos 25 Km al sur de Roma, se trata de un yacimiento único. Ciudad natal de Cicerón, ocupa un enclave estratégico en la Vía Latina. Durante el la Alta Edad Media llegó a ser tan importante que los Papas, recelosos de su poder, mandaron destruirla por completo en 1192. Desde entonces está el lugar deshabitado.
Gracias a la labor del desaparecido arqueólogo español Xavier Dupré, Tusculum se convirtió en referente de cómo se debía convertir un yacimiento en un parque arqueológico. Con la implicación y financiación de entidades locales italianas, la colaboración del ministerio de Asuntos Exteriores y la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, así como de universidades españolas, desde 1994 se viene interviniendo en este yacimiento. La forma de proceder (muy resumida) es la siguiente:
1. Excavar con la participación de especialistas en diferentes aspectos de la arqueología, agrupados por equipos y distribuidos por zonas que previamente se han delimitado como las prioritarias científicamente.
2. Al tiempo que se excava, parte de cada equipo estudia los materiales que van saliendo de la excavación, los limpia, los restaura, los sigla y toda la información se introduce en una base de datos elaborada a tal efecto.
3. Los restos arqueológicos se consolidan con la participación de un restaurador, lo que permite que las estructuras exhumadas no se deterioren con el paso del tiempo y sirvan como ejemplo del avance del trabajo.
4. Un equipo de topografía se encarga de realizar la planimetría de todo el yacimiento y de, año tras año, documentar geométricamente los hallazgos y reflejarlos en el plano general.
5. Durante la excavación se realizan jornadas de puertas abiertas para que la población se implique con los descubrimientos y con el propio yacimiento.
6. Todos los materiales hallados se entregan, al final de la excavación, en el Museo de referencia, en este caso el Arqueológico de Frascati.
7. Diferentes tipos de publicaciones, en español e italiano, difundía a nivel científico y divulgativo los logros anuales y plurianuales.

Todo ello llevó a que Tusculum fuera, para todos aquellos que tuvimos el privilegio de participar en este gran proyecto, no sólo un referente humano y profesional sin parangón, sino una auténtica escuela de arqueólogos donde se demostraba que los medios materiales y económicos eran importantes sólo si detrás existía un equipo de personas implicadas, formadas y capaces de obtener resultados científicos que luego serían divulgados a la ciudadanía.

Sólo así, tras años de investigación, difusión e implicación de las distintas administraciones se está empezando a dislumbrar la verdadera potencialidad turística de un lugar tan especial.

Si en El Guijo se lleva a cabo una intervención similar, aunque sea con medios económicos más modestos, entonces se podrá conseguir lo que se ha conseguido en Tusculum. Si lo que se busca son otras prioridades, entonces sólo tendremos un yacimento deteriorado más, perdido en el mapa y visto por sus ciudadanos como "molestas piedras".

1 comentario:

Rafael Jiménez dijo...

Esperemos que las cosas se hagan bien en esta ocasión; que por esa vez no se confirmen los peores augurios. Saludos.